Jaca
EspañaHistoria de Jaca
Según el Liber peregrinationis del Codex Calixtinus, Jaca era el final de la etapa que comenzaba en Borce, en la Vía Tolosana. Hoy, el principio de la etapa 1 del Camino francés está en la frontera, en el Somport.
Cuando, en el siglo X, la peregrinación jacobea comenzó a despuntar, Jaca era ya seguramente una importante ciudad comercial, dada su ubicación privilegiada en el paso pirenaico. La Iacca celtíbera, mencionada en fuentes clásicas, debió existir desde, al menos, el siglo III a. C.
De la ciudad medieval se han identificado tres aldeas: el castro real, con su poblado y su judería; el monasteriolo de San Pedro; y la aldea de Santiago, con unas pocas casas y una iglesia prerrománica, dedicada ya a la veneración del Apóstol y empleada por los peregrinos jacobeos más pioneros. El paso del devastador ejército de Almanzor en el año 999 provocó la destrucción de esta iglesia y, seguramente, la de los otros núcleos.
En el siglo XI, Sancho Ramírez (1063-1077), la convierte en capital de su reino y sede episcopal; y le concede un Fuero con importantes privilegios que atraerán numerosos pobladores. La iglesia de Santiago fue reconstruida en el nuevo estilo románico, precedida de la torre campanario bajo la que se situaba el atrio hoy desaparecido. Sin embargo, los peregrinos que accedían a la ciudad, pronto contaron con otra visita obligada.
La construcción de la famosa catedral de Jaca, en un flamante y paradigmático románico europeo, implicó el traslado de los obispos de Sásabe a Jaca, acompañados por la reliquia más famosa del reino y de la Cristiandad, el Santo Cáliz. Los peregrinos que entraran en Aragón acudirían así sin falta a visitar este nuevo templo, atrayendo donaciones y prestigio. Pero pocos años después, la reliquia fue trasladada a San Juan de la Peña (ca. 1071-1080). Otra reliquia importante era y sigue siendo la de la patrona comarcal, Santa Orosia, protectora de los endemoniados e instrumento de anuales exorcismos colectivos, de indudable raíz precristiana. Así la catedral de Jaca se equiparaba a las grandes catedrales y santuarios europeos que jalonaban la vía santiaguista, y en las que se exhibían las más extraordinarias reliquias. Ante ellas se postraban los admirados peregrinos. De hecho, las guías de viaje medievales señalaban las reliquias que había de visitar el peregrino en cada ciudad de la ruta jacobea.
El carácter urbano de Jaca, centro político, religioso y financiero de la región que fue origen del reino aragonés, convirtió también a la ciudad en un núcleo asistencial de primer orden. Su situación en el Camino de Santiago, que atraía a multitud de peregrinos, multiplicó las necesidades asistenciales y también el número de cofradías piadosas, alberguerías y centros hospitalarios, al igual que sucedió en otras ciudades de la ruta jacobea. A ella se sumaron también numerosas iglesias y varios conventos de órdenes religiosas asistenciales.
En Jaca medieval contabilizamos más una docena de hospitales de diverso patronato. La mitad se situaban en el arrabal del Burnao («Burgo nuevo»), por donde los peregrinos accedían a la ciudad. Y el resto se distribuían dentro del recinto amurallado. La Catedral, el Concejo municipal y la Aljama judía mantuvieron durante siglos sus propias alberguerías. Otros tres o cuatro hospitales fueron gestionados por cofradías vecinales o asistenciales. Y tres más pertenecieron a órdenes mendicantes y hospitalarias (agustinas, franciscanas, hospitalarios de San Juan de Jerusalén y hospitalarios de Santa Cristina de Somport).
Albergues
HOSTAL PARIS
Casa Mamré
Albergue municipal de Jaca
Jaca en el mapa
El tiempo en Jaca